En esta actividad hemos realizado un mix de los
cuentos infantiles de Blancanieves, Los tres cerditos y Caperucita
Roja, desarrollando una historia en la que todos están involucrados y
relacionados. Os mostramos nuestra creación.
Érase una vez una joven
niña llamada Blancanieves, que vivía con siete enanitos. Un día, decidieron
agrandar la casa para así poder estar más cómodos, así que llamaron a los tres
cerditos, quienes eran unos expertos constructores y se
pusieron manos a la obra. Tras varios días de mucho trabajo consiguieron
construir una gran y acogedora casa.
Para inaugurar la casa,
decidieron hacer una gran fiesta, con un delicioso banquete. Decidieron
invitar a casi todos los vecinos, pero junto a la casita de Blancanieves, vivía
una niña muy simpática que iba siempre con una capa roja y acompañada de
su mascota el lobo rabioso y como les daba tanto miedo no querían invitarla.
A medida que la fiesta
se celebraba, aumentaba el jaleo y el ruido de la gente bailando y cantando. El
lobo, enfurecido y desesperado por no poder dormir, decidió darles un susto y
hacer algún destrozo a la nueva casa de Blancanieves. El lobo sigilosamente se
acercó por la ventana que daba al salón, pero de repente, uno de los enanitos
notó su presencia y comenzó a gritar por toda la casa en busca de ayuda,
alertando así a los invitados.
Mientras tanto
Caperucita, que así se llamaba la vecina, al notar la ausencia de su mascota, se asomó por la ventana y vio como intentaba hacer una de sus travesuras así que bajó corriendo para
detenerlo. Cuando llegó le regañó y le dijo: ¡A dónde vas lobito!, no puedes
hacer daño a nuestros vecinos. Y fue entonces como Caperucita se llevó al lobo,
dejándolo encerrado en casa.
Blancanieves, al ver la buena acción que había hecho Caperucita, decidió invitarla a la fiesta.
¡Y colorín colorado,
este vecindario está más controlado!
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